El traslado del Cristo de la Salud de Estepa, primera imagen que retoma el culto externo en la localidad

Traslado del Cristo de la Salud, en Estepa, hoy. Fotos: J.M.R.

En la mañana de hoy sábado, día 25 de septiembre, a las 9 horas, ha tenido lugar el traslado, desde el Convento de Santa Clara a la iglesia de Nuestra Señora de Gracia del convento de San Francisco -ambos en el Cerro de San Cristóbal de Estepa- de la imagen del Santísimo Cristo de la Salud, titular de la Hermandad del Calvario de Estepa, después de que este crucificado haya permanecido en el convento de las clarisas desde el 13 de marzo de 2020; en total, 18 meses y 12 días, como ha indicado la propia hermandad. La imposibilidad de realizar ningún tipo de traslado, procesión o manifestación religiosa en exteriores desde el 14 de marzo del año pasado había impedido llevar a cabo el regreso de la imagen del Señor hasta donde es venerado, lo cual ha sido posible hoy dado que el Arzobispado de Sevilla autorizó el pasado 14 de septiembre la vuelta de las procesiones a la calle y el culto externo con normalidad, aunque siempre siguiendo las indicaciones sanitarias de la autoridad competente.

El Cristo ha sido trasladado en andas por los hermanos de la cofradía, y esta tarde, a las 19 horas, en la iglesia del convento franciscano, tendrá lugar una eucaristía de reposición al culto y bendición del Santísimo Cristo de la Salud, que vuelve al templo en el que tiene su sede canónica la Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud, Nuestra Señora de la Amargura y San Juan Evangelista, conocida popularmente en Estepa como «el Calvario». La eucaristía de esta tarde será predicada por el director espiritual de la hermandad y guardián del convento de San Francisco, fray David Elorza, y por el párroco de Santa María y San Sebastián, Ginés González.

Por su parte, el traslado de esta mañana a las 9 ha contado con la presencia de la Capilla Musical Nuestra Señora de la Victoria. Ayer viernes, día 24, también hubo un acto que estaba previsto en el exterior del conventro de Santa Clara pero que se trasladó al interior de la iglesia clarisa por el riesgo de tormentas; un acto con el que la hermandad quiso agradecer a la comunidad de hermanas clarisas la custodia, todos estos meses, del Cristo de la Salud, que llegó a este convento de clausura el 13 de marzo de 2020, procedente de Sevilla, donde había sido restaurado, y que, al decretarse al día siguiente el estado de alarma con motivo de la pandemia de COVID19, hizo que el Santísimo Cristo de la Salud no pudiera regresar a su templo hasta hoy.

En este sentido, la madre abadesa del convento de Santa Clara, ha explicado a El Digital la satisfacción que ha significado para su comunidad tener la imagen del Cristo de la Salud en su clausura, «nada más y nada menos que el Cristo de la Salud en pleno confinamiento; el Señor permitió así que fuésemos nosotras esos canales que lleváramos a cada hogar, a cada cama del hospital, a cada sanitario, a cada enfermo, a cada moribundo, a cada persona que se marchaba, a cada familia destrozada, ese aliento y esa fortaleza que el Cristo de la Salud nos da, desde aquí desde nuestra oración, entrega y sacrificio».