Villalobos anuncia la unificación de las mancomunidades que gestionan residuos, que se concentrarán en tres

El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha anunciado que el segundo Plan Director de Residuos, que prevé aprobarse en el próximo Pleno de la entidad supramunicipal, incluye entre sus objetivos la unificación de las mancomunidades existentes dedicadas a la gestión de residuos, que quedarían concentradas en tres, informó ayer la agencia Europa Press. Con esta unificación se persigue «reducir el costo en materia de residuos sólidos, algo que no obedece a un capricho, sino que está marcado por las nuevas directrices españolas y europeas», indicó.

Así, las mancomunidades de la Sierra Norte, de la Vega, de Écija, Campiña 2000, de Los Alcores, del Guadalquivir y del Bajo Guadalquivir, además del consorcio Sierra Sur-Estepa quedarán agrupados en el Consorcio Central de Residuos, ya en funcionamiento, y en los nuevos Consorcio Septentrional de Residuos, que incluirá los residuos de la Sierra Norte y de la Vega, y el Consorcio Oriental de Residuos, para la zona de Écija, Estepa, Sierra Sur y Campiña. En estos dos últimos estaría integrada la Diputación también, que entraría «directamente a intervenir en la gestión del tratamiento con la aportación que corresponda», ha explicado Villalobos.

El presidente de la Diputación apostó, además, por maximizar la reducción de material que va al vertedero y la «supramunicipalización» de la recogida de basuras. En declaraciones a Europa Press, Villalobos explicó que la aprobación de este segundo plan se encontraba a la espera de que la Junta de Andalucía aprobara el plan director regional y el reglamento de residuos, para que no existieran «contradicciones» entre ambos documentos. Así, se prevé que vaya ahora al próximo pleno provincial, aunque antes «tendría que ir a las comisiones informativas y a las mancomunidades para que sea debatido», puesto que su puesta en marcha será «consensuado».

«Desde 2008, Sevilla tiene resuelta eficientemente la recogida y traslado hasta plantas de transferencia de los residuos urbanos a través de ocho mancomunidades», explica Villalobos, que indica que el segundo plan plantea el reto de unificar las mancomunidades existentes para reducir el costo en materia de residuos sólidos, algo que asegura «no obedece a un capricho», sino que está marcado por las nuevas directrices españolas y europeas.

Villalobos marca como objetivo que la provincia recicle el 70 por ciento de los residuos, lo que supone un 20 por ciento más de lo fijado en la directiva marco y requiere «un gran esfuerzo de adaptación de toda la infraestructura y una gran estrategia para toda la provincia». Se pretende además conseguir que la recogida se haga del modo «más eficiente posible, desde el ámbito supramunicipal, para optimizar el uso de los vehículos y la estructura creada en la provincia».

«Esto tendría unas consecuencias económicas positivas para los municipios que integran esos consorcios», ha resaltado Villalobos, que ha explicado que el primer plan director finalizó en 2008, periodo desde el que se ha estado funcionando con un programa de transición, donde se ha ido apostando por la mejora de lo conseguido en ese primer plan. Ese plan se formalizó a través de ocho mancomunidades, de las que cinco gestionan las plantas de tratamiento de residuos, como la de la Vega, la de Los Alcores, el Bajo Guadalquivir, Campiña 2000 y el Consorcio Sierra Sur-Estepa. En el citado periodo de transición, Villalobos indica que se han invertido 16 millones por parte de la Diputación para reforzar la estrategia obtenida con el primer plan, mejorando la recogida domiciliaria de residuos, con más vehículos, puntos limpios o contenedores. Además, detalla que se ha renovado el 30 por ciento de la flota, con 5,5 millones; se ha completado la dotación de contenedores con 1,8 millones; y se han creado nuevos puntos limpios, que alcanzan más de 60 municipios, por 1,1 millones.

El presidente provincial añade que en ese programa de transición también ha existido un programa especial para la recogida de inertes o escombros, en los que se está trabajando además para su mejora, y con el que se ha conseguido reciclar hasta el 95 por ciento de esos escombros, con una inversión de 2,4 millones.