Sonrisa Herrera: recogida de tapones de plástico en nuestra comarca por una buena causa

Hemos oído frecuentemente que en algún punto de nuestra geografía se están recogiendo tapones de plástico por una buena causa: facilitar una silla de ruedas a una persona que lo necesita, ayudar a un niño con una rara enfermedad…. Pero, ¿no se han preguntado nunca si esto es verdad, si es cierto que estos tapones se materializan en ayuda? La respuesta es que sí: los tapones se reciclan, se llevan a una empresa recicladora que paga por el plástico, y así, ese dinero se destina a su objetivo benéfico. En nuestra comarca, Herrera cuenta con una iniciativa puesta en marcha por un joven vecino que prefiere permanecer en el anonimato, y que tras el pseudónimo de Sonrisa Herrera quiere ayudar a los que lo necesiten con esta esforzada recopilación de tapones de plástico.

“Tapones de esperanza”, en suma, como los definió Televisión Española en un reportaje que emitió sobre este tema el pasado mes de noviembre, aunque para entonces, Sonrisa Herrera ya llevaba funcionando varios meses, recogiendo tapones que los vecinos de la localidad podían depositar en un contenedor colocado a tal efecto en la planta baja del Ayuntamiento de Herrera, que dio su permiso a este vecino para hacer uso de un pequeño espacio donde situar el depósito en cuestión, y donde a día de hoy éste sigue ubicado. Sonrisa Herrera ha tenido también en los últimos meses de 2011 otro contenedor sito en un centro educativo de Fuengirola, el CEIP El Tejar, donde nuestro protagonista anónimo cuenta con un amigo profesor que hizo las gestiones pertinentes para la colocación del contenedor de recogida.

La primera recogida llevada a cabo por Sonrisa Herrera, y que fue por la que nació esta iniciativa, se destinó a la Asociación Luna de Granada para Mujeres con Discapacidad, que se encontraba recopilando tapones para ayudar a una niña con una enfermedad rara. Sonrisa Herrera entregó los que pudo recoger en un breve plazo de tiempo, y que a juicio de nuestro protagonista “no fueron muchos”, por lo que él pensó en continuar con la iniciativa e ir guardándolos en su propia casa para cuando surja otra posibilidad de ayudar a algún enfermo que lo necesite. “Llevando los tapones a Portugal te dan un cheque para canjear por una silla de rueda, nunca el dinero”, explica este altruista vecino de Herrera.

Efectivamente, y como explicaba el programa Repor de Televisión Española (emitido el 21 y 22 de noviembre de 2011 en el Canal 24 Horas y en La 1), “los tapones solidarios, como ya se les conoce, no forman parte de ninguna campaña publicitaria, sino que en realidad son varias iniciativas que pretenden recaudar fondos para ayudar a niños afectados por enfermedades raras.” Este reportaje de la televisión pública explicaba también que las familias de estos enfermos “venden a empresas recicladoras de plástico los tapones a un precio de 300 euros la tonelada” con lo que eso conlleva , pues “para conseguir una tonelada de tapones se requiere mucho esfuerzo y una dedicación casi exclusiva.”

El programa Repor señalaba también que en la localidad alicantina de Ibi se encuentra una empresa recicladora que “compra buena parte de esos millones de tapones solidarios. Allí podemos comprobar que el tipo de plástico de los tapones, de mejor calidad que el plástico de otros envases, puede reciclarse y convertirse en otros productos muy útiles y cotidianos como perchas de la ropa o papeleras.”

Como bien indicaba este reportaje, “los tapones se consiguen con la solidaridad de miles y miles de ciudadanos que, con el pequeño esfuerzo de guardar sus tapones usados, se convierten en un eslabón de una cadena de favores”, una cadena que en nuestra comarca tiene su comienzo en Herrera y en la que tanto los herrereños como los vecinos de Casariche o Corcoya se han volcado, según nos ha contado la persona que está detrás de Sonrisa Herrera.

Como, desgraciadamente, nunca faltarán motivos para ayudar porque siempre habrá personas que necesiten de la solidaridad de otros, Sonrisa Herrera continuará con su labor anónima y altruista. “Lo que estoy haciendo lo hago sin pedir nada a cambio y porque creo que tenemos que ser más generosos en esta vida. El único fin que me mueve es poder ver más sonrisas en este mundo”, nos cuenta nuestro interlocutor anónimo, que nos invita a saber más en http://sonrisaherrera.blogspot.com/. Si un solo tapón puede arrancar una sonrisa, esperemos que Sonrisa Herrera pueda recoger miles de toneladas.