José María Díaz Fernández: «La poesía es una concatenación de emociones unidas por la rima»

José María Díaz Fernández es estepeño, tiene 40 años y regenta desde 1993 una floristería en El Rubio, profesión que le viene de familia, puesto que su padre, José María -que le da nombre al comercio- también era florista, y su hermano Florencio hace lo propio en el otro negocio que la familia tiene en Estepa. José María Díaz es, además, padre de tres hijos: José María, María y Antonio Jesús, fruto de su matrimonio con su mujer, Rosa. Pero con ser todo eso y más, puesto que nuestro protagonista está muy comprometido con el mundo religioso y cofrade de Estepa, José María Díaz -que firma sus composiciones con el seudónimo de Helicón– se asoma a la ventana de nuestro periódico como poeta, con una primera obra publicada, Rimarimando, que se presentó al público el pasado 26 de diciembre en la Casa de la Cultura Miguel de Cervantes de la localidad estepeña.

La Asociación Cultural Encomienda Santiaguista de Estepa ha sido la editora de la obra, de la que se han impreso 300 ejemplares que se han puesto a la venta en algunas librerías de la localidad al precio de 12 euros. La Asociación destinará la recaudación obtenida con la venta del libro a la realización de otro proyecto cultural. También puede adquirirse en el negocio familiar, en la Floristería José María.

La obra está ilustrada con grabados del artista estepeño Nicolás Fernández, amigo del autor y que los ha cedido desinteresadamente para la ocasión. José María Díaz tendrá la ocasión de presentar por segunda vez su libro en Estepa; en concreto, en el IES Aguilar y Cano, en el marco de las actividades programadas en torno al 23 de abril para conmemorar el Día del Libro.


El Digital (ED): ¿Es Rimarimando su primera obra publicada?

José María Díaz (JMD): Como obra publicada, sí. La verdad es que mi hermano me animó siempre a publicar un libro con mis poemas, pero mientras él ha sido concejal de Cultura del Ayuntamiento de Estepa yo no he querido, para que no se me acusara de favoritismo. Una vez que mi hermano dejó la concejalía le dí luz verde a la Asociación Encomienda Santiaguista, que ya me lo había planteado, para publicar la obra. Reconozco que para mí también era una ilusión, aunque no una obsesión.

ED: ¿De cuántos capítulos se compone?

JMD: La obra está dividida en cuatro capítulos: Vivir, Sentir, Ella y Epigramas. Cada capítulo se diferencia del siguiente con grabados hechos por Nicolás Fernández, gran amigo y artista, lo cual ha sido un honor para mí. Son grabados que recogen imágenes de distintos rincones de Estepa, y los ha cedido desinteresadamente para ilustrar la obra.

ED: ¿Desde cuándo escribe poesía?

JMD: Escribo poesía desde la adolescencia. Tuve la inmensa suerte de tener un profesor de Literatura en el instituto llamado don Esteban que me abrió las puertas de la literatura; él fue el que me ilusionó por la lectura y el que también me animó a escribir. Incluso gané el primer premio de un concurso de poesía que se celebró en el instituto.

ED: ¿Desde que fecha recoge, pues, poemas Rimarimando?

JMD: Bueno, en la presentación dije que, para mí, la poesía es efímera, porque si pasa un tiempo y vuelvo a leer un poema escrito por mí, estoy seguro de que lo corregiría, lo reescribiría. Y de hecho, lo hago. De modo que, en este libro quizás no se recojan los mejores poemas que he escrito, pero sí los más significativos. Algunos llevan escritos tres años, pero ahora los he vuelto a reescribir para su publicación.

ED: ¿Sobre qué temas trata la poesía de este libro?

JMD: El capítulo «Vivir» lo he dedicado íntegramente a emociones mías con respecto a Estepa. No hay nada, en cambio, de poesía cofrade, a pesar de que yo he sido pregonero cuatro veces, dos en Estepa y dos en El Rubio. Sí hablo, por ejemplo, de las mujeres que aún visten el hábito de Jesús o de la Virgen del Carmen, porque me resultan parte del paisaje estepeño. Después, en el capítulo «Sentir» muestro sentimientos personales hacia mis hijos o hacia mis amigos, y la verdad es que éste me costró más trabajo porque es más íntimo. La Naturaleza es también protagonista en esta parte.

ED: ¿Hay poemas dedicados a su mujer?

JMD: Sí, el capítulo «Ella» está dedicado íntegramente a mi mujer, Rosa.

ED: ¿Y el cuarto capítulo, «Epigramas»?

JMD: Un epigrama es como un verso corto, donde puede haber risas, puede ser satírico… «Epigramas» es una amalgama de temas, porque hay poemas que hablan de la anorexia, de la mentira, de la historia sin memoria, contra los maltratadores, o contra las tunas en general. Por cierto, que este poema ha sido muy criticado, porque a los amantes de las tunas no les ha gustado mi sátira, pero yo no escribo contra ninguna tuna en concreto, sino en general, puesto que no me gustan.

ED: ¿Por qué firma con el seudónimo de Helicón, qué significa?

JMD: El profesor del que hablé antes, don Esteban, nos hizo montar -aunque no representar- una obra de teatro cuyo título no recuerdo en el que uno de los personajes se llamana Helicón. Era un personaje muy libertario, y me atraía. Luego descubrí que Helicón era el monte sagrado de la Grecia clásica donde se dice que habitaban las musas. También esto me lo explicó aquel profesor. Don Esteban era cordobés, y me hizo amar la literatura. Y eso lo dije también en la presentación, que así deberían ser los profesores, porque él te animaba a tener una opinión propia; te daba las claves para entender una cosa pero te dejaba que opinaras por ti mismo y eso es importante, que tengas opinión propia, personal, algo que en su momento también me creó algunos problemas con mis padres, por ejemplo.

ED: ¿Y el nombre de Rimarimando, a qué responde?

JMD: Pues quería llamar al libro igual que he llamado a mi blog, rimarimando (rimarimando.blogspot.com), porque para mí la poesía es una concatenación de emociones que van unidas por la rima. La rima para mí es esencial, no me gusta la poesía sin rima, y por eso lo he titulado así.

ED: ¿Cuáles son sus referentes poéticos?

JMD: Me marcó muchísimo en su momento Antonio Machado. Luego, también he leído a Pessoa, que también me gustó mucho. Y, por supuesto, Quevedo, que para mí es el poeta de los poetas. Yo también he escrito algunas cosas satíricas, como él. No obstante, mi obra es seguro muy mejorable; supongo que un experto en poesía opinaría así, aunque yo pienso que la perfección no es posible.

ED: ¿Cómo surgió la oportunidad de publicar este libro?

JMD: A través de la Asociación Cultural Encomienda Santiaguista de Estepa, que sabían que yo escribía poesía. Pero quiero decir que como yo hay mucha gente, gente que escribe, gente que son buenos artistas, buenos escritores de prosa, gente que pinta…y a los que no se les da ninguna difusión. Yo creo que los ayuntamientos deberían fomentar más lo local y cuando reciben dinero, deberían optar más por lo propio.

ED: ¿Cómo vivió el acto de presentación de su obra?

JMD: Para mí fue algo inolvidable, porque tuve uno de los momentos de más emoción pero también de más intranquilidad de los que he tenido por el hecho de tener que hablar en público. Hubo risas, hubo llanto…Fue muy personal, mi familia y mis amigos estuvieron presentes. Hubo más gente de lo que yo esperaba, incluso gente que estudió conmigo en el instituto. También estuvo presente mi abuelo Salvador, con 96 años, al que leí un poema dedicado a él y fue muy emocionante para ambos. No quería leerlo porque sabía que me iba a emocionar, pero mi hermano Florencio, que estaba presente, me animó a hacerlo.

ED: ¿Quién le acompañaba en la mesa de presentación?

JMD: Además de mi hermano Florencio, que es el presidente de la asociación editora del libro, estaba también Salvador Borrego, que es quien lo ha prologado y que es también el único amigo de la infancia con el que sigo manteniendo una relación estrecha.

ED: ¿Y su familia, cómo vivió esos momentos?

JMD: Pues con mucho orgullo y satisfacción, tanto mi mujer como mis hijos, mis padres y mis hermanos. Mi hijo mayor, José María, ha empezado a escribir cuentos e historias a raíz de la presentación del libro, lo cual a mí me llena también de orgullo.

ED: ¿Habrá un segundo Rimarimando?

JMD: No lo sé. Yo no paro de escribir, pero no lo sé. Para mí sería una ilusión pero, como he dicho, no es una obsesión. De momento, los que están a mi alrededor van leyendo lo que voy escribiendo, pero no puedo asegurar si habrá otra publicación en el futuro.