Huelga general: ¿Cerró usted por convicción o por miedo?

EDITORIAL

El Sindicato Andaluz de Trabajadores ha convocado para hoy miércoles, 14 de abril, una huelga general en la Sierra Sur de Sevilla que, al menos en Estepa, está siendo seguida de forma elevada pues la mayoría de pequeños comercios (panaderías, carnicerías, tiendas de moda, zapaterías, peluquerías, bares, restaurante chino, todo a 100, estancos, pescaderías, fruterías….) y algunos bancos permanecen cerrados. Está cerrada también la plaza de abastos. Otros, como el supermercado DIA, abrió a su hora habitual pero los mal llamados “piquetes informativos” (ya que todos sabemos que lo que menos hacen es informar, sino más bien amedrentar y obligar) les han hecho cerrar, no respetando pues el derecho de esos trabajadores a trabajar, un derecho recogido igualmente en la Constitución Española, al mismo nivel y no menos importante que el derecho a la huelga, también constitucional.

Los colegios y guarderías permanecen abiertos, así como algunos bancos y cajas de ahorros. También los centros de salud y las farmacias de guardia. Los ayuntamientos están trabajando también, así como otros organismos públicos tales como el Servicio Andaluz de Empleo.

El pequeño comercio, en cambio, está cerrado. El Digital de la Sierra Sur de Sevilla se ha puesto en contacto con diversos comerciantes y pequeños empresarios de la localidad de Estepa y todos nos han comunicado su intención de cerrar, pero no por estar convencidos de la necesidad de secundar una huelga general, sino simple y llanamente por miedo a los piquetes, a que estos les obliguen con violencia a cerrar o a que les hagan algún estropicio en sus locales comerciales que después, por supuesto, tendrían que pagar los propios comerciantes. Porque ya sabemos que a veces estos piquetes utilizan la misma violencia que luego denuncian sufrir por parte de la Policía y los gobiernos que no son de su mismo signo político.

Así pues habría que concluir que si la gente ha secundado la huelga por convicción, ésta podría considerarse un rotundo éxito pues, efectivamente, nuestros pueblos están mayoritariamente paralizados. Con los datos en la mano, el SAT podrá decir, y con razón, que la mayoría de trabajadores de la Sierra Sur han secundado la huelga.

Pero si la gente ha secundado la huelga simplemente por miedo, como parece ser, (al menos en los municipios no gobernados por IU) habrá que concluir que la huelga ha sido un rotundo fracaso. Y no sólo un fracaso esta convoncatoria, sino un fracaso de nuestra democracia. Porque si aún vivimos en una sociedad en la que unos pocos obligan a cerrar o no dejan trabajar a otros muchos que así lo desean, o quizás no los obliguen pero los trabajadores no se atrevan a abrir sus comercios por miedo a represalias, no podemos más que concluir que nuestra democracia no es tal, sino un fracaso porque estas formas de actuar son más dictatoriales que democráticas. No olvidemos que la historia nos ha dejado, desgraciadamente, siglos de dictaduras pero no sólo de derechas, sino también de izquierdas. Y no olvidemos tampoco que un autónomo, por ejemplo, es un empresario, pero también es un trabajador, y el que tiene un pequeño comercio pierde su jornal el día que no trabaja.

Así por tanto, el SAT y las demás organizaciones y partidos políticos que apoyan la huelga general en la Sierra Sur deberían de valorar si su llamamiento ha calado verdaderamente, si la gente ha secundado la huelga porque cree firmemente en sus reclamaciones -que, por otra parte, cabe decir que son justas, una cosa no quita la otra-, o si la la huelga ha sido seguida simplemente por miedo. Si así fuera, la convocatoria habrá sido un error y su seguimiento, un fracaso. Nuestra democracia no es como la americana, que tiene dos siglos de historia: nuestra democracia ”sólo” tiene 30 años, y no podemos defenderla volviendo a los modos, usos y costumbres de la etapa más oscura de nuestra historia reciente; de esa ignominiosa dictadura que privó a los ciudadanos durante 40 años de sus derechos y libertades.